Mobiliario urbano: Qué es, tipos y ejemplos
¿Qué es mobiliario urbano en construcción?
Se conoce como mobiliario urbano a todos aquellos muebles que están en los espacios públicos o semipúblicos, casi siempre en espacios al exterior. Por la naturaleza del espacio donde están y por su uso y función, es más probable encontrarlos fijos o semifijos. También se les llama equipamiento urbano, muebles exteriores, muebles urbanos o mobiliario público.
¿Qué cuenta como mobiliario urbano?
El mobiliario urbano se divide en grupos de acuerdo a su función, que puede ser lúdica, de descanso, para navegación humana, de iluminación, de manejo de desechos, de protección, de higiene, seguridad y resguardo temporal, así como otros servicios específicos.
Pueden ser bancas, papeleras, portabicicletas, paradas de autobuses, bolardos, alcorques, sillas, mesas, mesas de picnic, bebederos, luminarias peatonales, luminarias urbanas, señalamientos, jardineras, fuentes entre muchos más.
El cierre exitoso de un proyecto urbano en Venezuela debe contener un mobiliario urbano que incluya funcionalidad, para resistir un vandalismo extremo, seguridad vial y peatonal, movilidad, aspectos visuales y estética.
Tipos de mobiliario urbano
De descanso: proporcionan un lugar de reposo, relajación o contemplación en cierta área pública. Todo tipo de bancos, sillas, bancas y asientos como mesas de picnic, miradores y tumbonas.
De juego, entretenimiento y diversión: ofrecen un servicio de entretenimiento a sus usuarios como las bancas con mesa que tienen un tablero de juego integrado para jugar damas y ajedrez. Incluye también a los parques infantiles.
De iluminación: para iluminar un espacio abierto durante la noche. Proporcionan mayor sensación de seguridad a los peatones y ayudan a enfatizar ciertos caminos o áreas de un espacio. Por ejemplo, un sendero específico de un parque o una entrada a un sector en particular, será delimitado con bolardos luminosos.
De navegación humana: todos los elementos portantes de señalización que permiten a una persona ubicarse en cierto espacio público como letreros direccionales, restrictivos, informativos, mapas guía. Por ejemplo, un letrero de señalización direccional con flechas que indican destinos importantes como los baños o sitios turísticos.
De manejo de desechos: se consiguen todo tipo de recipientes de basura, en los que su capacidad, forma, fijación, uso y tipo de desecho que reciben se adecuan al espacio al que dan servicio, pequeños o grandes, basculantes o fijos, con tapa o sin tapa, para desechos caninos, basura orgánica e inorgánica.
De resguardo temporal o de refugio: son las paradas de autobús que ofrecen sombra y protección de la lluvia y en algunos casos del frío y del viento. Incluye bancas, recargaderas e iluminación.
Mobiliario urbano complementario: muebles urbanos de publicidad e información, bebederos, parasoles o sombrillas, maceteros, alcorques, rejas, barandas, delimitadores, portabicicletas o bici estacionamientos, confinamientos de vías ciclistas (ciclovías), cabinas telefónicas, parquímetros, kioscos de revistas y periódicos, fuentes de agua potable, esculturas, bustos, estatuas y jardineras.
El mobiliario urbano puede ser fabricado de cualquier material resistente, como hierro, madera, acero, concreto e inclusive plástico.
Es de hacer notar, que este tipo de mobiliario fabricado en concreto merece mención aparte por el gran avance que ha tenido en los últimos años, especialmente en relación con la formulación, así como los agregados de materiales y acabados.
Usos del concreto en el mobiliario urbano
Los elementos prefabricados de concreto (llamado hormigón en España) pueden ser estructurales como las vigas, columnas, paneles de muros de carga, losas alveolares entre muchos más. Y no estructurales, llamados también arquitectónicos, enfocados más en el diseño como adornos en columnas, bloques decorativos, gárgolas o mobiliarios urbanos.
El mobiliario urbano en su mayoría está expuesto a la intemperie. El uso, la lluvia, el frío, el calor, la contaminación, la vegetación, la fauna e incluso, posibles ataques vandálicos hacen que el mobiliario urbano requiera de constantes acciones de mantenimiento, reparación y rehabilitación, cuando no se utilizan los materiales ni los productos adecuados.
Hoy en día, gracias al uso del concreto en estas estructuras, es posible obtener piezas de mobiliario urbano altamente resistentes, versátiles y sostenibles en el tiempo.
El concreto prefabricado ha transformado, facilitado y optimizado la realización de proyectos con requisitos muy específicos, tanto a nivel técnico como de diseño.
A diferencia de otros materiales, también es capaz de adaptarse a los distintos espacios de una ciudad, así como a sus estilos arquitectónicos.
Ventajas del uso del mobiliario urbano de concreto
Excelente aislante térmico y a su vez, es un material no inflamable que no propaga el fuego en caso de incendios. Dos características que le dan eficiencia en materia constructiva y para el ahorro energético. Especialmente, para la construcción de parques infantiles, bancos, mesas, barandillas, entre otros.
Resistencia a prueba de huracanes y fortísimos impactos. La alta resistencia frente a impactos o altas presiones es una de las ventajas más destacadas y reconocidas del concreto.
Si lo llevamos al ámbito del mobiliario urbano resulta especialmente interesante, ya que no solo no se vería dañado ante sucesos meteorológicos adversos, sino que puede llegar a suponer un medio de protección ante acontecimientos inesperados.
Necesidad de mantenimiento y limpieza nulo. Ligado a la anterior ventaja, el concreto es uno de los pocos materiales de construcción que no requiere de mantenimiento. Lo cual lo convierte en una opción ideal para soluciones decorativas y constructivas urbanas.
Es una forma de reducir el gasto público en acciones de reparación, rehabilitación y mejora de espacios públicos por falta de mantenimiento y por el mal uso de los mismos.
Puede adoptar cualquier forma y estilo. La maleabilidad del concreto prefabricado permite que podamos conseguir piezas con cualquier forma y estilo, una ventaja que no es posible con el resto de materiales. Al menos, no en la medida y con las posibilidades que permite el concreto.
De este modo, es posible llevar a cabo proyectos sumamente innovadores, que mejoren la calidad de vida y bienestar de la ciudadanía.
Incluso, permite sustituir piezas dañadas por otras nuevas reproducidas con hormigón prefabricado de modo que no se altere la arquitectura tradicional de una ciudad.
Es innovador. La prueba de diferentes mezclas de arenas y cementos o la inclusión de ingredientes novedosos, como el caso de bacterias para lograr que se auto repare, hacen que este material evolucione hacia mejores formas.
Respetuoso con el medio ambiente. En su composición solo encontramos agua, cemento y arena, ingredientes que no afectan al medio ambiente, son totalmente naturales y al final de su vida útil es posible reciclarlo.
De bajo costo. Sus ingredientes son muy abundantes, están en múltiples partes del planeta y de fácil transportación.
¿Qué son las jardineras urbanas?
Vamos a dirigir nuestra atención a las jardineras urbanas entre los muchos elementos del mobiliario urbano.
Es que aparte de ser decorativas y embellecer la ciudad y el lugar específico donde son distribuidas previo diseño de los especialistas, las jardineras urbanas brindan a los ciudadanos de una población cierto grado de relajación, disminuyendo el estrés del ritmo de vida acelerado.
Otro importante beneficio es que reducen el impacto medioambiental, permiten mejorar las temperaturas, mejorar la calidad del aire y absorber el ruido ocasionado por el tráfico.
Y por último sirven como elementos delimitadores del paso de vehículos. O para separar ambientes de un mismo espacio.
Sus múltiples formas y tamaños permiten infinitas posibilidades de distribución
Mobiliario urbano: precios
En Venezuela los precios de estos elementos son variados, según los materiales con los que fue fabricado el concreto, el modelo, el uso y el tamaño. Si nos centramos en el concreto como material principal, aunque pueden combinarse con madera, metal o plástico en su acabado final, los precios oscilan entre los $60 hasta los $600.
El mobiliario urbano de calidad y diseño es la auténtica posibilidad de engrandecer tus proyectos y hacerlos únicos. Es también una herramienta de cohesión social al generar espacios en donde las personas, los ciudadanos puedan interactuar, relacionarse y consolidar el espíritu de comunidad.
¿Cuándo surge la necesidad del mobiliario urbano?
El mobiliario urbano surgió con el sedentarismo, alrededor del año 3.000 A.C. cuando se crearon las primeras ciudades. En aquella época para las personas era importante reunirse en espacios públicos, ya fuese para escuchar oradores, o bien, solamente para reunirse con otras personas en momentos de ocio y distracción.
Más adelante iluminaron las cominerías con antorchas dando paso a las luminarias o postes de alumbrado que utilizamos hoy en día. Y así el mobiliario urbano fue evolucionando según las necesidades de cada lugar y su población.
La Revolución Industrial fue el inicio del desarrollo del mobiliario urbano, el cual fue de gran importancia en la ciudad de París, ciudad referente desde el siglo XVIII como capital de Europa. Su preocupación por el urbanismo y su ordenamiento a mediados del siglo XVIII fueron un incentivo al orden y el desarrollo del espacio público urbano y su mobiliario.
Posteriormente, en el siglo XIX en Francia se desarrollan los equipamientos ligeros en el espacio público. Estos fueron codificados y armonizados por el urbanismo haussmaniano (urinarios, luminarias, fuentes de agua, marquesinas o quioscos, rejillas de arborización, salidas de metro, etc.) sin que el término mobiliario urbano fuese utilizado.
Pero es a partir de los años 60 en el siglo XX, que el término de mobiliario urbano es desarrollado. La aparición del término expresó entonces la voluntad de conjunción global de estos objetos y del espacio público.
